Un informe técnico remitido por el arquitecto de la Diócesis de Huelva, Carlos Hermoso, al párroco de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, Carlos Javier Rodríguez, ha confirmado que el edificio parroquial no se encuentra en estado de ruinas desestimándose por lo tanto el cierre total del templo quedando habilitado para el culto, aunque las zonas que pudieran tener casos de desprendimiento –ya acotadas con vallas- serán reforzadas con otros sistemas de seguridad para que los fieles no tengan acceso a ellas, se asegurarán de una manera más fiable como el anclaje de las vallas al suelo e incluso tabicar con muros de ladrillos. "Muchos fieles no hacen caso y traspasan las vallas para rezar, un desprendimiento de escayola del techo no te mata, pero si puede hacer daño desde una altura considerable" comenta el párroco Carlos Javier. La polémica sobre el cierre de la iglesia de Los Dolores construida a mediados de los 50 y situada en plena Gran Vía comenzó a circular entre la población hace año y medio. Pues el paso de los años unido a un mantenimiento precario del inmueble, acentuaron los problemas de humedad –originados desde la construcción- provocando desconchones en paredes y desprendimiento de escayolas, llegándose a vislumbrar en algunos casos parte de la estructura de hierro de las vigas. El párroco actual Carlos Javier, fue quien puso en conocimiento a la feligresía, al Ayuntamiento y al Obispado respectivamente, la situación en que se encontraba el edificio. A partir de entonces comenzaron los trámites para la valoración del estado sospechoso de ruinas e incluso se abrió una cuenta que continúa operativa para recaudar fondos para las obras de restauración, llegándose a comentar que tras las Comuniones del año pasado la iglesia podría cerrar impidiendo el culto así como albergar el Festival de Corales del Atlántico, aunque no llegó a suceder.
La iglesia también pidió ayuda al Ayuntamiento isleño que se interesó por la situación del templo comprometiéndose a realizar una valoración a través de técnicos de urbanismos.
El reciente informe recibido por parte del Obispado de la Diócesis de Huelva desestimando el estado de ruinas, ha satisfecho enormemente al párroco que a pesar de todo continúa moviéndose para que las zonas afectadas y cerradas al público puedan ser reparadas cuanto antes, "ahora lo que queda es esperar y que todos colaboremos económicamente", ha dicho Rodríguez quien trasladó posteriormente el escrito a la Alcaldesa, María Luisa Faneca, para que fuera leído en el ultimo pleno celebrado y puesto en conocimiento de toda la población.