Toma posesión un nuevo sacerdote en la localidad

11.09.2011 17:39

 

En la tarde del sábado día10, en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, tomaba posesión el nuevo párroco solidario para Isla Cristina, D. Juan Manuel Lagares González, en una solemne celebración.
Nombrado por el Obispo de la Diócesis para nuestra ciudad, el nuevo sacerdote, natural de La Palma del Condado, de 44 años, procede de Bollullos par del Condado, donde ha ejercido como coadjutor. 
La marcha a Huelva de Sebastián Martín Macías, destinado a la capital por el pastor de la Diócesis, ha  provocado una plaza vacante que ha sido cubierta por Juan Manuel Lagares.
La iglesia de los Dolores, que se encontraba abarrotada de fieles para recibir al nuevo ministro del señor, acogió la ceremonia donde se llevaron a cabo las normas establecidas en la toma de posesión de un nuevo párroco.
La entrada al templo fue llevada a cabo por la puerta principal, abriendo la cruz de guía parroquial con los dos ciriales y el incensario; seguido por los sacerdotes celebrantes, entre ellos el Arcipreste de la costa y párroco de Lepe, Feliciano Fernández Sousa, en representación del Obispo de Huelva, y los sacerdotes Carlos Javier y Pedro Elías.
Tras las lecturas de la palabra, Juan Manuel Lagares dirigió su primera homilía a sus nuevos feligreses, donde expuso los idearios de servicio a la comunidad cristina, desde el Evangelio del perdón, correspondiente al domingo, pidiendo oraciones por su ministerio sacerdotal al que había de entregarse con fidelidad y verdadero testimonio cristiano.

 

Tras el Evangelio y la homilía continuaron los ritos propiamente dichos de la incorporación del nuevo párroco, a quien el Arcipreste le reiteró las promesas que hiciera cuando fue ordenado sacerdote. Después le entregó las llaves del Sagrario, con las que abrió el tabernáculo, ante el que hizo una breve y silenciosa oración; recibió la estola para los sacramentos, bendijo la nueva pila bautismal, hizo sonar las campanillas, como símbolo de las del campanario y recibió las ofrendas del pan y el vino. Después impartió la Sagrada Comunión, ayudado por dos sacerdotes concelebrantes.
Los cantos estuvieron a cargo del coro parroquial y del propio pueblo, que participaron de un acontecimiento de gran sentido cristiano, también de esperanza, porque la savia nueva siempre aporta el abono necesario para el crecimiento de la fe. Así lo deseamos vivamente.