Jerónimo Sosa Sosa, exaltó a la Virgen del Mar

En la noche del viernes 12, el isleño Jerónimo Sosa, realizó un magnífico pregón en la Parroquia de la Punta del Caimán, en honor a la Patrona de la barriada. Es el segundo llevado a cabo.
Dentro de los actos programados para las fiestas de la barriada marinera, dedicadas a la Virgen del Mar, el pregón constituye el pórtico y uno de los momentos más importantes, donde se ensalza la figura de una Virgen que se ha adueñado de todos los corazones punteros. 
Es un hecho palpable que la que fue pequeña y modesta barriada de la Punta, se ha desarrollado, como lo ha hecho la población entera de Isla Cristina. Y dentro de ese desarrollo, también ha afectado de manera muy positiva, en el ámbito religioso y festivo.
El pregón, enmarcado en el pórtico de la fiesta, tuvo en Jerónimo Sosa, un muy solvente artífice en la lid de lo que significa una exaltación de hondo calibre.
La fe, y Jerónimo la posee como cristiano que es, era fundamental para construir un bello canto a la Madre de Dios, la Virgen Nuestra Señora del Mar. Porque la devoción y el amor, son los hilos necesarios para tejer el mejor de los pregones a la que es la Patrona de la Punta del Caimán.
Título éste que constituía el marco donde iban a terminar cada una de sus intervenciones.
El mundo de la mar, del que Jerónimo es muy conocedor, fue exquisitamente utilizado en sus metáforas y en sus versos. 
Y cantó a su niñez, cerquito a la barriada, y su colegio, junto al Miramar, frontera llana de arena, y después el Reina Cristina.
El recuerdo de la traída  de la Virgen por la mar, hace treinta años. La inauguración de la parroquia nueva; y su vinculación con la misma.
Jerónimo se desbordó en su alabanza a la Virgen del Mar y a su barriada; a sus traslados, llevando el paso sobre sus hombros mientras la Patrona de la Punta, visitaba calle por calle, y casa por casa. Y cuando le cantan sevillanas. 
Unas sevillanas que también pudieron escucharse antes y después del pregón, por el coro de la Punta, dirigido por Juan Ramos Martín, más conocido como el “Cano de la Punta”.
La noche se cerró con la intervención de María Casado Carrillo,  Hermana Mayor de la Hermandad  y Presidenta de la Asociación de Vecinos, dando cuenta de las novedades en el programa de este año.
Del mismo modo, Francisco Zamudio, Alcalde  en funciones y primer teniente alcalde de la actual corporación,  siguió en la línea de la presidenta y elogió el programa propuesto, pese a los escasos recursos; lo cual era de admirar. Por  lo que felicitó a los punteros y punteras. Con un viva a la Virgen del Mar, terminó su breve  intervención. 
El acto lo cerró el párroco, Carlos Javier Rodríguez Parra, haciendo una reflexión en torno a la devoción a la Virgen, la cual, dijo, era el centro de toda la fiesta. Y finalizó pidiendo un esfuerzo, muestra de la caridad cristiana, para con una familia que a causa de un incendió, lo había perdido todo; para lo cual a la entrada de la Iglesia habría una persona con una canastilla para recaudar fondos. Hecho que se hizo práctico.
Posteriormente se celebró una cena en honor al pregonero, donde éste recibió un cuadro de la Virgen y una placa conmemorativa; y un ramo de flores para Victoria, su esposa.