Tarde y noche de Sábado Santo fervoroso, La Soledad, se vio más acompañada que nunca.

02.04.2013 08:39

 


La tarde del sábado sí lució por la belleza la propia Virgen de la Soledad, aunque el sol no fuera capaz de brillar con el cielo entoldado. Contó también con el calor de su pueblo, y de aquellos forasteros que pudieron disfrutar, con una de las dolorosas más bella de nuestra ciudad.

A las cinco de la tarde salía desde su casa de Hermandad, sita en la calle Diego Pérez Milá, para, por un itinerario antiguamente cofrade, recorrer las calles de su pueblo El paso, magníficamente llevado por sus costaleras, a la voz de Acacio, su capataz, llevaron a su Señora, arropada como nunca, con las calles abarrotadas de devotos, seguida por el silencio, respeto y cariño de cuantos ocupaban las aceras. A la llegada a la altura del primer quiosco de chuches de la Gran Vía, Miguel y su esposa lanzaron al aire una preciosa saeta, que arrancaron los aplausos de los presentes.

Más tarde a las 9 de la noche, daba comienzo la gran Vigilia de la Resurrección del Señor, con el templo de Los Dolores lleno. El Triduo Pascual que se iniciara el jueves santo, tenía su culminación el sábado; donde La Iglesia celebra la noche más importante de su fe. La Resurrección de Jesús celebrada con una ceremonia, rica en ritos, comenzó con el símbolo del fuego, como purificación, la luz, tomada de la llama de ese fuego prendía en el Cirio Pascual y retornaba al templo acompañado por los fieles, que a su vez, llevaban una vela encendida, prendida del cirio y dada de unos a otros. En el templo siguieron otros ritos como el de sumergir el Cirio en la pila del Bautismo, que simboliza y repite nuestro propio bautismo, donde se consuma nuestra purificación. La Eucaristía, más que nunca, nos trajo la resurrección del Salvador del mundo.

El coro parroquial acompañó toda la Eucaristía con su cantos.

Como anécdota cabe destacar la presencia en la misma, de nuestro párroco Carlos Javier, que quiso como pastor de su rebaño isleño estar con todos nosotros; tras una enfermedad que le llevó a ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital Infanta Elena. Y a quien deseamos una pronta recuperación.