Pepa Mary Serrano, y su gran pregón de Semana Santa
La Banda de Música isleña, interpretó, como anticipo del pregón, la marcha clásica en este evento, como “La Amargura”
Podemos calificar de magnífico el pregón que llevó a cabo nuestra entrañable amiga Pepa Mary, en la mañana de ayer, día 6, Domingo de Pasión, llevado a cabo en el Teatro Municipal “Horacio Noguera”· Teatro que cubrió todo el patio de butacas.
Cuantos queremos a Pepa Mary, deseábamos y esperábamos un canto a la Pasión y Resurrección del Señor. Porque ambos extremos, intuíamos que serían tema recurrente en el discurso de su pregón. Basado en ambos pilares que conocemos de ella, no solo no nos extrañó, sino que nos alegró y nos confortó que asumiera la responsabilidad de ir poniendo piedra sobre piedra en el ejercicio de su cristianismo enraizado en su profundo compromiso cofrade. Su comienzo estuvo precedido de la presentación por parte de la pregonera del pasado año, Isabelita Perera, quien resaltó las virtudes humanas y cristianas de Pepa Mary, y la amistad que a ambas les une; ya quedaba creado el nexo de conocimientos, y lo demás era cuestión de esperar que los sones de la marcha “Rocío”, sonaran de la Banda Municipal isleña para saber que la tribuna ya esperaba a la protagonista del presente año.
Tras los saludos de rigor, al párroco, a la alcaldesa, al presidente del consejo, y a los representantes de distintas hermandades, que ocupaban la presidencia, Pepa Mary, quiso dedicar su pregón a su madre, allí presente, como a su padre, quienes les dieron los cimientos de su formación cristiana, sencillos pero sólidos, que habían hecho de ella una mujer de principios.
Del mismo modo desgranó sus comienzos cofrades desde su Pozo del Camino, con su modesta procesión, pero al mismo tiempo vinculándose a Isla Cristina, tanto a través de nuestro Padre Jesús Cautivo, como a la Hermandad de los “33”, del Cristo de la Vida y La Virgen de los Dolores.
Del Cristo de la Vida, resalta la seriedad en todos sus actos penitenciales, como lo de vestir la mantilla, cuando apenas era chica joven. Del mismo modo su vinculación con el Señor Cautivo, al que su padre profesaba una gran devoción.
Pepa Mary, que al comienzo de su intervención se encomendó a la Santísima Trinidad, a su Virgen Patrona de Pozo del Camino, María Auxiliadora, pidiendo su bendición, pasó a incrustarse por todas las cofradías durante su pregón, aunque de una manera aleatoria, por cuanto tras referirse a la procesión de la “Mulita”, pasó a la hermandad que realiza su estación de penitencia el Miércoles Santo, La Flagelación, para seguir por Padre Jesús del Gran Poder, Cautivo, y así hasta llegar, paso a paso, al Cristo Yacente en su urna.
El final recayó cobre la bellísima imagen de Nuestra Señora de la Soledad, a la que dedicó unas emotivas y devotas palabras.
Sin embargo, la pregonera, no perdió ocasión para declarar la importancia del mundo cofrade, que debe tomar conciencia del compromiso cristiano que su fe le reclama.
El público puesto en pie, la aclamó con un largo aplauso. Y al término, la esperó, para felicitarla de manera personal.
De la misma forma que mediante “La Higuerita”, transmitimos nuestra felicitación más sincera.