Los rocieros llegaron a Isla Cristina en la tarde de ayer, después de una romería tranquila y sin incidentes
Eran poco más de las 9 de la tarde cuando la carreta de plata con el Simpecado de la Hermandad del Rocío llegaba, escoltada por los caballistas, a las puertas de la iglesia de los Dolores. Durante el recorrido desde su entrada en nuestro pueblo, numerosos isleños se acercaron por el itinerario marcado para aplaudir, vitorear y recibir a los rocieros que partieron hacia la aldea almonteña el pasado lunes 21. En la puerta de la iglesia esperaba también una representación del Equipo de Gobierno municipal a la que se unieron los miembros de la peña La Carcoma, elegidos todos hermanos mayores.
Los caminos de ida y vuelta han destacado un año más por la escasez de incidencias de importancia, también ha destacado la peña La Carcoma por el comportamiento que ha tenido con todos los romeros y especialmente con los peregrinos que desde hace años hacen todo el camino a pié. Ayer, algunos de los componentes de las carretas y charrés que formaban la comitiva dedicaron un piropo o sevillana al Simpecado y la Virgen del Rocío a modo de despedida, dando las gracias un año más por la experiencia vivida.
La hermandad rociera cumplió un año más en su caminar y volvió repleta de gozo al encontrarse el pasado lunes con la Patrona de Almonte, gozo y jubileo que contagiaron a todos los isleños nada más entrar el Simpecado por la carretera de la Ronda Norte, haciendo como siempre las protocolarias paradas en la capilla de San Francisco e iglesia del Gran Poder.