La Cabalgata de Reyes contagió de alegría a todos los isleños
Con rigurosa puntualidad la embarcación que traía hasta tierras de Isla Cristina a los tres Reyes Magos llegaba ayer por la tarde al puerto pesquero acompañados además de Papa Noel, y los Pajes, guiados por bengalas.
A pié de puerto aguardaban la alcaldesa, María Luisa Faneca y la teniente de alcalde y concejala de Festejos, Isabel López, que recepcionaron a Melchor, Gaspar, Baltasar y sus acompañantes. También lo hicieron parte de la Corporación Municipal que posaron con ellos antes de subirse a sus respectivas carrozas, pero antes, los Reyes se acercaron a saludar a los niños que ilusionados, los esperaban.
El desfile de carrozas partió ya por las calles, abriendo con la Estrella de Oriente, la carroza de Papá Noel, la de la Reina infantil y su Corte de Honor, y a continuación, la de los tres Reyes Magos. Todo el recorrido se caracterizó por los miles de golosinas que tiraron al público, además de más de mil pelotas y cientos de objetos como peluches, sombreros, almohadillas, muñecos, etc.
Curiosa era la estampa de los paraguas, un año más, y los niños que más preparados esperaban en las aceras con bolsas de plástico con el único objetivo de llenarla de caramelos, chicles, gominolas, paquetes de gusanitos, y muchas “chuches” más.
Como anécdota de la tarde, destacar que la carroza que llevaba al Rey Gaspar, tuvo que parar unos minutos en la Gran Vía a la altura de la iglesia de Los Dolores, porque rozaba con el alumbrado navideño, aunque rápidamente efectivos de la organización lo ayudaron con un levantacables para que la carroza pudiera continuar, y por lo tanto, la de Baltasar, que le seguía y cerraba el desfile. Una vez solucionado el incidente, el público comenzó a aplaudir y a lanzarse a por más caramelos.
Con la cabalgata culminó la fiesta navideña que comenzó prácticamente con las vacaciones escolares el pasado 21 de diciembre. La cabalgata hizo al menos que los isleños dejaran sus problemas en casa durante unas horas, para aliarse con los más pequeños, que no entienden de paro, ni de crisis ni de calamidades.
Lo mismo ocurría en el Pozo del Camino, con el desfile que estaba compuesto por dos carrozas, y tres charrés. Estos últimos portaban a cada rey mago, y las carrozas mostraban una especie de guardería una de ellas, perteneciente a la asociación de vecinos de la barriada, y la segunda portaba personajes relacionados con la Navidad, y pertenecía al AMPA del colegio público La Higuerita. También en Pozo del Camino fueron muchos los caramelos y las pelotas que se lanzaron.
